
El tío López
El documento que hoy colgamos El tío López, en realidad, son dos: el primero debido a Enrique Aparicio en la Revista Enguera de 1.970 y el segundo, en la misma revista pero de 1.974, se debe a Fernando Palop.
Pensamos que este documento ya fue publicado, pero no ha quedado en nuestra ciberBiblioteca; y esta es la razón por la que volvemos a colgarlo.

Tres culpables y un parte médico
Aquellos que nos vienen siguiendo tienen clara conciencia de quién fuera don Fernando Palop, de su impronta en el desarrollo de nuestra parla, así como en la recogida de hechos y anécdotas ocurridas entre nosotros, especialmente referidas a los años 20 del siglo pasado.
Día de lluvia 192…
No, no le habíamos olvidado. Don Fernando Palop y, mejor, su aportación a nuestra historia y lenguaje no puede quedar al margen de nuestra recopilación.
De hecho, ya hemos publicado 10 trabajos, a saber:
De un cuaderno escolar, a propósito de la fiesta de San Antón
Mi maestra
El Enguerino
Pregones
López
La bufalaga
Tres personajes
Escenas del pasado
El cine Chimo y
La máfega de los palloques.
Hoy hemos rescatado el documento más antiguo, publicado en la Revista Enguera 1967.

De un Cuaderno… (San Antón
En 1968 Fernando Palop remitía a Jaime Barberán Juan, que a la sazón era alcalde, una carta en la que se podía leer:
"Mi querido amigo: Ha llegado a mis manos el cuaderno de un alumno que fue del Colegio de las Madres Teresianas. Te lo envío, pues relata un aspecto de las fiestas de San Antón, el de los chicos metamorfoseados de "muletas", que hace años hizo nuestras delicias. Fuimos de los últimos que corrimos por las calles, con latas y cencerros, pues aún éramos niños, cuando un antecesor tuyo -cuyo nombre no olvido- lo prohibió...."

Escenas del pasado
Es posible que algunos no llegaran a conocer a Fernando Palop; difícil, pero posible. Nació en la calle Santa Bárbara, pero se crió en la casa cantonera de entrada a la calle Gracia desde El Porchet. Sí, donde en la actualidad está la relojería. Allí estaba la casa de sus padres que, como tenían horno y no sé si molino en Santísimo, se les apodaba “ de las harinas”.
Pregones
Fernando Palop, como dijimos en otro número anterior de este mismo blog, era un enamorado de su pueblo. En esta selección, titulada “Pregones”, observen cómo el ajetreo de la gran ciudad, le retrotrae a sus recuerdos… calles “ruidosas, mas tan llenas de humanidad y vida, tan en ordenado desorden…”

Mi Maestra
De Fernando Palop ya dejamos constancia de su persona y buen hacer en una anterior presentación hace ya casi un año; exactamente en "Escenas del pasado". Por tanto, permítasenos remitirnos a lo ya publicado.
El trabajo que hoy presentamos, tomado de la Revista Enguera 1969, es un recuerdo cariñoso, descansando en la figura de su maestra de párvulos, de una época feliz para la memoria de quien, tan preparado como estaba nuestro autor, ve con nostalgia de padre aquella educación pueblerina que él recibió.
La márfega de los palloques
De nuestro autor ya hemos publicado en este mismo Blog varias de sus colaboraciones en la revista Enguera (puede consultarse el nº II/16). Con todo la soltura de su literatura y la frescura de su léxico enguerino nos invitan a ir seleccionando entre su enorme producción algunas de sus estampas.
Hoy ofrecemos “La márfega de los palloques” que esperamos les arranquen, cuando menos, algunas sonrisas.

La bufalaga
La Bufalaga o Thymelaea tinctoria es una especie de planta leñosa perteneciente a la familia Thymelaeaceae.
Se la describe afirmando que es una mata ramosa, con tallos desnudos de hojas hacia su parte basal y cubierto, como las hojas, de una pilosidad suave con tacto como de terciopelo.
Al parecer esta variedad de las timeáceas es nativa de la región mediterránea occidental y, en España, se distribuye por Alicante, Castellón, Gerona, Lérida, Tarragona y Valencia donde vive en matorrales sobre sustratos básicos secos de naturaleza caliza.

El Enguerino
Como ya habrán apreciado la predilección de los componentes de la Redacción por Fernando Palop es algo enfermizo, aunque tenga su “aquel”.
En efecto, hay que comprender que la soltura y facilidad de redacción que tiene subyuga. La riqueza de vocabulario y calidad de su anecdotario, así como su vaga cultura es algo que desborda a quien se aproxima a sus colaboraciones en la revista Enguera.
El episodio que hoy reproducimos, El Enguerino, es buena muestra de todo lo anterior. Lo inicia con la cita de don Benito Pérez Galdós:
